top of page

La Parábola de la Lámpara Escondida

La Parábola de la Lámpara Escondida

13

REFERENCIA BÍBLICA:

 

”Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni escondido, que no haya de salir a la luz” (Marcos 4:22)

INTRODUCCIÓN: En los tiempos del  Señor Jesucristo, el pueblo de Israel tenía conocimiento de la importancia de la lámpara, eran utilizadas como un aparato que les permitía tener claridad o luz para poder visualizar algo en medio de la oscuridad, en esos tiempos no existía la luz  eléctrica, la cual es convertida mediantes procesos que el hombre con la sabiduria que Dios, han sido capaces de crear. Por lo tanto, es muy cotidiano en esos tiempos el uso de la lámpara, y cuando el Señor Jesús relata esta parábola, ellos podían comprender el mensaje que Él les estaba dando, ya que el uso de la lámpara era algo cotidiano.

LA  LUZ DEBE ALUMBRAR: La lámpara es un objeto de alfarería, en forma de un platillo hondo, que a un costado tenía un mango y que al otro llevaba una extensión como una boquilla con una abertura para la mecha. Habría dos agujeros en su parte superior, uno para echar el aceite, el otro para el aire. Es un invento que el hombre realizó para obtener luz, la oscuridad no permite ver las cosas. La lámpara cumple una función muy específica, como lo es alumbrar, dar claridad, si no realiza esta función la lámpara no sirve, ya que ella fue diseñada con ese propósito, sería inutil tener en casa una lámpara y que la luz se vaya y no poder prender la lámpara, seguiremos en oscuridad aún teniendo la lámpara allí. Así mismo debe ser  haber sido creado para una labor en específico y no cumplir con ese propósito. Dice la Palabra de Dios  “Porque en otros tiempos eraís tinieblas , más ahora  soís luz en el Señor , andad como hijos de luz” (Ef 5:8) y en Mateo 5:14 dice el Señor lo siguiente: “Vosotros sois la luz del mundo…”)  el Señor Jesús hace énfasis en recalcar que cuando nos volvemos a Dios y le dejamos entrar en nuestros corazones, nos convertimos en  la LUZ DEL MUNDO, CRISTO es la Luz del Mundo, por eso cuando le conocemos  Él quita la tiniebla que produce el pecado y coloca la luz de la salvación. Sin Cristo andabamos como ciegos, teniendo el entedimiento entenebrecido, pero cuando Él nos salva llega la luz y somos como luminares en el mundo (Fil 2:15). Así pues, si ahora somos LUZ debemos alumbrar, pero en ocasiones parace que las baterias se descargaron y no podemos alumbrar a otros. En la oración y en la palabra de Dios podemos  recargar a diario y seguir alumbrando sobre todo hoy día cuando el mundo se encuentra en tinieblas densas a causa del pecado.

LA LUZ NO SE DEBE ESCONDER: En los tiempos primitivos era bastante  dificil mostrarse como cristiano en ocasiones causaba la muerte, pues, los romanos establecieron  el culto al emperador, y si se quería ofrecer culto a otro dios primeramente debía ofrecersele algún ritual al emperador y luego de esto se le concedía un certificado donde hacia constar que estaba permisado para realizar sus sacrificios o culto a su dios, muchos cristianos no realizaban esta disposición y murieron. El ejemplo de Sadrac, Mesac y Abed-nego (Daniel 3:16-18), es la muestra más contundente de fidelidad a Dios y de estar claro en quienes somos, bajo ninguna circunstancia podemos dejar de brillar como la Luz que somos del evangelio de Dios, una luz al final del camino que nos dice cada día que si podemos alcanzar el objetivo: demostrar con nuestras vidas que somos verdaeros Hijos de Dios. Un Hijo de Dios debe alumbrar,  deben dejar salir su luz para otros que aún andan en tinieblas, y así ellos  puedan alcanzar la luz de Cristo.

 

Una lámpara para que alumbre bien y pueda ser eficiente en su servicio, no se coloca debajo del “Almud”, El almud era una medida para grano, así que puede simbolizar el comercio. No sería de extrañar, porque muchas veces la luz del testimonio del creyente suele esconderse muy a menudo por dar una importancia desmedida a las preocupaciones materiales, y en muchísimas ocasiones para realizar alguna actividad comercial se oculta el hecho de ser cristiano para caer en aptos ilegales, es muy triste ver a cristianos envueltos en fraudes y comercio ilegal o en actos de corrupción, ya que fuimos llamados a ser honesto, sinceros y que todo lo que hagamos esté a luz. ¡Cuidado! el hecho de poner la lámpara debajo del almud la haría apagar. También dice la Parábola que la luz no se coloca debajo de la cama, donde es imposible que la luz pueda alumbrar en su totalidad, esto quiere dar a entender, que la luz no es para estar escondida, todo lo contrario debe ser puesta en un lugar visible, donde su brillo y esplendor alcance a todos los de su entorno. La luz para que cumpla su función debe ser colocada en el candelero, lo cual hace mención a un sitio adecuado donde se puede colocar la lámpara y desde allí pueda alumbrar perfectamente el sitio que se requiere alumbrar, puede ser una repisa fijada en la columna del centro de la habitación, o simplemente una piedra sobresaliente de la parte interior de la pared, o un trozo de metal colocado visiblemente para ese fin. La idea es clara;  la luz debe colocarse en el lugar donde  mejor pueda alumbrar. ¿Está nuestra luz  alumbrando?

TODO SALE A LA LUZ: Dice en Marcos 4:22 “Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni escondido, que no haya de salir a la luz”. Todo está delante de Dios, desnudos ante su presencia, no hay nada que pueda permanecer oculto, por lo cual lo mejor y mas sabio es vivir en honestidad de vida, decidimos ser cristianos, dedicar nuestras vidas a Dios, en santidad, en pureza, como una manera de ser congruente con lo que Dios dice en su Palabra. Por lo cual, según señala la Palabra de Dios en reiterados pasajes de la escritura, nuestras vidas deben ser ejemplo, deben reflejar el amor de Dios derramados en nosotros, nada puede hacernos cambiar de rumbo, nuestro norte es el cielo en la mismisima presencia de Dios. Para lograrlo es necesario comprender quienes somos y vivir acorde con el llamamiento santo de ser Hijos de Dios. Esta parábola finaliza diciendo:“ El que tiene oído para ir, oiga” (Mr 4.23), no podemos ser oidores olvidadizos, Dios nos habla de muchas manera, y a veces nosotros echamos por tierra el mensaje de Dios para nuestras vidas, no prestamos atención y hacemos caso omiso de su exhortación, Él lo hace por amor, Dios quiere que lo que anda cojo no se salga del camino, sino que podamos hacer sendas derechas para nuestros pies, y andemos sabiamente por el camino que  Jesucristo abrió para cada uno de nosotros, el cual nos conduce a la vida eterna.

CONCLUSIÓN: Fuimos llamados para alumbrar con una luz refulgente, nada ni nadie puede opacar ese brillo, alentémonos unos a otros para que sigamos alumbrando otras vidas y así cumplir con nuestra misión. Que no se apague la luz de Cristo en nuestros corazones.                                                                                


¡Dios te bendiga!                                                                                                                                                               Ministerio de Doctrina Escuela Dominical

bottom of page