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Parábola del Remiendo Nuevo

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Referencia Bíblica:”Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura” (Mt 9:16)

Introducción: Jesús en su ministerio terrenal  se esforzó para que su mensaje  se pudiera entender. En esta oportunidad el Señor Jesús se encuentra con los discípulos  de Juan el Bautista, quienes de manera directa le preguntan al Señor Jesús acerca del ayuno, haciendo la comparación entre los discípulos de Juan y los del Señor Jesús. El mensaje de Juan era un mensaje duro, donde se instaba a las personas a arrepentirse, era un mensaje que estaba basado en la ley, pues aún no había llegado el Mesías quien cumpliría en sí toda la Ley. Juan consolidó su mensaje en hacer ver que vendría uno que era mayor que él, tanto que llegó a decir que no era digno de desatar ni la correa de su calzado. Al parecer a estos discípulos aun no se les había revelado la verdad, su vista era muy corta y no pudieron reconocer que delante de ellos estaba el SEÑOR DE SEÑORES.

Tradiciones Religiosas: En Mateo 9:14 los  discípulos de Juan le lanzan la pregunta al Señor Jesús y le dicen: “Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?”. En esta pregunta que quizás muchos pudieran decir que era normal, hay una gran enseñanza espiritual, primeramente se pone de manifiesto los aspectos religiosos, y desde este enfoque meramente tradicionalista, los discípulos de Juan están preocupados porque los discípulos del Señor Jesús no ayunan y le  hacen énfasis en “muchas veces”; a simple vista se puede evidenciar que se había entendido la salvación a través de sacrificios humanos, realizan ayunos muchas veces como una forma de quebrantar su rostro y demostrarle a los demás que eran más santos (Lc 18:12).  Jesús comprendiendo su ignorancia espiritual se esfuerza por explicarle la actitud de sus discípulos con respecto al ayuno sin quebrantar la ley  y para ello, se los explica desde tres diferentes perspectivas, haciendo nuevamente uso de las Parábolas:

Jesús hace comparación con los que están de Bodas, y les dice: “…¡Acaso pueden los que están de bodas tener luto mientras el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán?”. (Mt 9:15) En esta ocasión Jesús se compara con el esposo y a sus discípulos con la esposa, como todos sabemos, en la escritura hay diferentes textos donde se dice que la iglesia es la novia del Cordero, y aguardamos su venida para celebrar en el cielo las bodas del cordero, pero a quienes la palabra de Dios no se le ha revelado esta palabra es locura, no la pueden entender. Ellos en su ceguera espiritual no habían entendido que entre ellos estaba el Mesías prometido. Así que no podían los discípulos ayunar mientras Jesús estaba con ellos, pues, caminaban y escuchaban a su redentor. De igual manera, en este pasaje el mismo Jesús también habla acerca de su muerte, y les dice que cuando el esposo le sea quitado, entonces sus discípulos ayunaran. El AYUNO NO COMPRA NUESTRA SALVACIÓN. No es la cantidad de ayunos, es el propósito del corazón en el ayuno.

Si aún el mensaje no queda claro ahora el Señor Jesús, les hace otra comparación, y les dice: “Nadie pone remiendo nuevo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura”(Mt 9:14).   Esta comparación está dirigida a que los discípulos puedan comprender que el mensaje de salvación, representa la verdadera razón de la palabra Evangelio, es una noticia nueva que viene a derribar todas las doctrinas legalistas, las tradiciones religiosas, esta verdad rompe los paradigmas de la ley. El mensaje del Señor Jesús es de gran impacto, busca quebrantar nuestros propios conceptos, es una nueva vida, un nuevo enfoque de vida, una nueva esperanza que jamás podrá edificarse en la vieja estructura del pecado, sino que necesita botar, quitar, todo lo viejo, y comenzar de nuevo. En términos cotidianos, cuando queremos arreglar un vestido que está viejo, no se le puede colocar una tela nueva para tapar lo que se ha roto, porque lo nuevo tiende a halar la tela vieja y hace que se vuelva más grande la abertura, así pues el mensaje nuevo de salvación no puede edificarse en nuestra vieja manera de vivir, de pensar…, sino que necesita hacer borrón y cuenta nueva, tenemos que estar abiertos al cambio, a la renovación de nuestro espíritu y  de esta manera Cristo realizará su obra perfecta. Hay que sacar todo los viejos patrones de vida que están viciados de pecado, y permitir que el Espíritu Santo de Dios  limpie nuestro corazón y podamos nacer de nuevo.  El que no naciere de nuevo no puede ver el Reino de Dios.(Juan3:3)

Por último, si todavía quedaba alguna duda con el mensaje directo del Señor, les concluye esta parte con otra comparación,  colocando como ejemplo una actividad rutinaria para los judíos, como era el almacenaje  y conservación del vino ( Mt 9:17). Los judíos tenían esa tradición de guardar el vino en “odres”, estos eran hechos con pieles de cabra, donde se coloca el vino nuevo y allí él se deja por un tiempo determinado,  donde este vino crece o se fermenta, si es colocado en odres o envases viejos, su piel está endurecida y pueden reventarse y el vino derramarse, en términos espirituales nuestros corazones son los odres, los cuales con nuestra viejas tradiciones, vidas llenas de pecado, no puede allí albergarse el Espíritu Santo, quien necesita un nuevo corazón, no uno endurecido por el pecado y nuestra pasada manera de vivir, lleno de odio, amargura, resentimiento y cualquier sentimiento impuro que impide que podamos ser sensible a la presencia del Espíritu Santo. Exactamente eso era lo que les pasaba a los fariseos, quienes con su legalismo tradicional, tenían su corazón endurecido y la palabra de Dios no hacia efecto en sus vidas, ya que necesitaban quebrantar sus vidas delante de Dios y vaciarse de tanta maldad que había en sus vidas.

Conclusión:   Tres principios bíblicos  que aún en nuestros días es necesario recordar: Aprendamos a disfrutar de la presencia de Dios, revisemos nuestras prioridades espirituales, examinemos nuestro corazón y si aún siguen aspectos del pasado  pidámosle a  Cristo, que saque todo lo viejo y nazcamos a una nueva vida, rompamos las tradiciones religiosa y aprendamos a disfrutar de la libertad con que Cristo nos hizo libre.

¡Dios te bendiga!                                                                                                                                                               Ministerio de Doctrina Escuela Dominical

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