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La Parábola  de la Levadura

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Referencia Bíblica:

”Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.” Mateo 13:33

Qué es la Levadura: Son fermentos vivos, bacterias comestibles presentes de forma natural en el aire y en algunos alimentos. La levadura es la que permite el crecimiento a la masa del pan, esto si la dejamos en un lugar cálido por un intervalo de tiempo, y así podremos observar que a su alrededor se forma como una costra que no es más que la fermentación natural de la reacción química de la levadura con el azúcar de la harina, produciendo un gas que es el que hace subir la masa.

Las parábolas de Jesús estaban caracterizadas por la simplicidad, informalidad y la especificidad, pues su propósito no era impresionar a su audiencia, su meta era comunicar la verdad. En ésta parábola Cristo es semejante a la levadura, es la gracia santificante, mientras que la masa es la humanidad.

¿A que nos está haciendo referencia? Así como la levadura siendo pequeña en relación a la masa, hace que aumente varias veces su tamaño original, convirtiéndola en la materia apta para el pan, así mismo Dios en su infinita gracia actúa en la vida del hombre y hace que se convierta de su pequeñez en su condición humana en Hijo de Dios, lo cual supone un crecimiento imposible de cuantificar debido a que al tener a Cristo en su corazón, es transformado, regenerado, y jamás vuelve a ser el mismo. “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hecho. 1:8)

Otra característica preciosa de ésta parábola, es la importancia del fuego y es que sólo a través del horno de fuego la masa se convierte en pan apto para ser consumido. En cuanto al hombre, no es sino el fuego santo consumidor de gloria, El Espíritu Santo de Dios, quien es el único capaz de eliminar y quemar toda escoria en nuestra vida para formar y manifestar su carácter divino en esa vida transformada. En la medida que las impurezas y los contaminantes son incinerados, nos damos cuenta que este ha sido el plan divino para perfeccionarnos desde el principio.” estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús. “( Filip. 1:6)  

Dios, nuestro Padre, es meticuloso y cuidadoso en los detalles de sus expectativas de nosotros. El busca las cosas escondidas de nuestras vidas que no le agradan, y desea que nos presentemos ante El con un vestido sin arrugas, sin manchas, sin imperfección. El también quiere extraer los tesoros escondidos dentro de nosotros (dones, talentos, y vocaciones) para bendecir el Cuerpo de Cristo y el mundo. ¿Conoce usted los profundos tratos de Dios? ¿Ha tratado con ellos en las profundidades de su corazón en este proceso de preparación?

Las lecciones de ésta parábola, le ayudarán así como la masa, a estar listo para cumplir su propósito

  • Lávese, con el agua de la palabra y un estilo de vida de arrepentimiento y perdón.

  • Únjase, pasando tiempo en su presencia, en oración, alabanza y adoración.

  • Vístase sus mejores ropas, de justicia, de santidad, de humildad, de motivos y actitudes correctas.

  • No se dé a conocer hasta que El haya terminado con Usted. Dios tiene su propio tiempo. No corra delante, manténgase al paso con El. Espere el tiempo de la fermentación natural, no utilice agentes externos, no funciona de esa manera.

 

Semejanzas:

La levadura hace que crezca la masa cuantas veces sea necesario. El Reino de los cielos crece con el poder y frutos del Espíritu Santo, no es visible el Espíritu Santo, pero se ven los resultados.

La levadura tiene que penetrar la harina hasta fermentarla. El evangelio de Cristo es una fuerza penetrante en la sociedad, es el único que transforma y cambia las vidas.

La levadura es el ingrediente principal para la elaboración del pan. Cristo es el ingrediente principal para saciar al ser humano.

El poder de la levadura es invisible. No se ve, pero su influencia es enorme.  El poder de Cristo en la vida del hombre es imposible de ocultar. Por sus frutos los conoceréis.

“Así que, por sus frutos los conoceréis. “(Mat.7:20)

¡Dios te bendiga!                                                                                                                                    Ministerio de Doctrina Escuela Dominical

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