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REFERENCIA BIBLICA: “MIENTRAS salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado. Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel.” (Mateo 9:32-33)

 

Introducción: Si alguien te dice que conoció un mudo que habla tu le dirás que no conoció un mudo sino una persona normal, pero la cosa cambia cuando un hombre que antes era mudo, ahora puede hablar ahí diríamos que estamos en presencia de un milagro y los milagros solo provienen de una fuente y es de la fuente de agua de vida.

 

Un Mudo Habla: Hubo un hombre que dijo que si quieres puedes encarcelar al hombre, o hacerlo sufrir con dolor, pero en verdad la mejor manera de quitarle a un hombre la libertad es quitándole su lengua, para que no pueda hablar, entonces el hombre será cautivo verdaderamente; a los cristianos que predicaban en la India no los mataban, sino que los encarcelaban y les cortaban la lengua, para que no pudiesen seguir predicando.

 

Un hombre que está dolido en su corazón puede gritarlo y desahogarse, un hombre que está podrido en el pecado podía ir a Jesús y pedirle por misericordia, pero un hombre mudo, no podía ir y dar voces al Señor, el diablo le quitó su boca para que no pudiese expresar lo que estaba en su corazón. 

 

Muchos mudos llegan a la presencia de Dios, que no dicen nada y simplemente se hunden en su dolor, no es como si Dios no supiera el dolor o las heridas que hay en tu corazón, pero al confesar con nuestras bocas lo que hay en nuestro corazón hay libertad, si eres pecador, dilo a Cristo, si estas cansado, dilo a Cristo, si estas dolido, dilo a Cristo.

 

Este hombre no estaba mudo porque simplemente tuviese una enfermedad, sino que el diablo le había quitado su voz, tenía encadenada su lengua y también su alma.

 

Cuando lo trajeron al Señor, él echó al demonio de aquel hombre, y algo notable es que cuando Jesús echaba fuera demonios, lo hacía dando una orden, porque Él es el dueño de nuestro corazón y a quien nosotros le pertenecemos, por lo que él no estaba llegando a un lugar desconocido sino a un lugar que en un principio era suyo, es por eso que Jesús es el único capaz de sacar el pecado de nuestras vidas.

 

Al mudo lo trajeron delante de Dios y Él hizo el resto, si nosotros llevamos nuestros corazones delante de Dios, también Dios lo hará con nosotros, sacara la basura y pondrá en orden nuestras vidas.

¡Dios te bendiga!                                                                                                                                                 Ministerio de Doctrina Escuela Dominical

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