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La  Fe de la mujer cananea

Referencia Bíblica: Mateo 15:21-29,  Marcos 7:24-30

Mt 15:21-29. “ Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón.  Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.  Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.  El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas pérdidas de la casa de Israel.  Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!  Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.  Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.  Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.”

Datos históricos:   Frente al Mediterráneo, se encontraban situadas las más famosas ciudades de Fenicia (anteriormente Canaán), Biblos, Sidón y Tiro. Era una zona destinada a la tribu de Aser en sus orígenes, pero los hebreos no supieron mantenerse fieles sino que fueron doblegándose, con el paso del tiempo, al paganismo del lugar (1 Reyes 16:31). Sidón y Tiro acapararon durante mucho tiempo el comercio marítimo. En la época de Jesús, el poderío comercial había decrecido. Los judíos llamaban a los de esta zona “los perros gentiles” o “perros infieles”. Así, con un trasfondo histórico pleno de materialismo y paganismo, pero cargado de expectativas, surge una mujer (despreciada por los judíos) en búsqueda del Salvador del mundo (Mateo 15:22).

Introducción: Jesús había estado muy ocupado ministrando a la gente y haciendo muchos milagros. Había mucha presión sobre él desde muchos frentes. Algunos querían hacerle rey, y esa no era la forma en que Cristo iba a reinar, estaba también Herodes el que mató a Juan (Mt. 14:10) que de igual manera quería matar a Jesús, pero ese no era el momento en que Cristo moriría por nuestros pecados.  Luego están las multitudes que le seguían y no le dejaban descansar. Quiso apartarse e ir solo al otro lado del mar de Galilea (Mt. 14:13), subió a un monte (Mt.14:23), después fue a Genesaret (Mt. 14:34) y otra multitud le siguió. Estaban los escribas y fariseos, que intentaban hacerlo caer en cualquier error de doctrina, con quienes acababa de tener una discusión acalorada acerca de lo puro y lo impuro (Mateo 15:1-20). Jesús se encontraba cansado y quería apartarse a un lugar tranquilo con sus apóstoles por eso fue a la región de Tiro y Sidón, sin embargo la gente de Tiro y Sidón habían oído de Él porque había estado allí anteriormente. En Mateo 11:21 dice que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que El hizo en Israel, se hubieran arrepentido mucho antes que ellos.  En Marcos 7:24 nos dice que Jesús no quería que nadie supiese que estaba en ese lugar.

Desarrollo: Veamos que movió a Dios para hacer el milagro sobre la vida de la hija de esta mujer que ni el nombre conocemos

DIOS NO SE MUEVE POR NUESTRAS PALABRAS (Mateo 15:22): Notemos la forma en que esta mujer usa su conocimiento y sus palabras. Es una mujer que está permeada por conceptos del  AT. Por Señor usa el término “Kyrios” Es interesante que sea la única gentil que usa ese término exclusivo del contexto judío. Es un término muy reverente y lleno de solemnidad. Representaba al Señor del universo entero. El Dios grande y soberano. Usa el término “Hijo de David”, implicaba que reconocía la supremacía del Mesías y la supremacía de los judíos. Creía en las profecías mesiánicas. Usa el término “misericordia”, que describe el Dios del pacto. Es la palabra hebrea “Hesed” del AT. Es el término que se usa para describir la elección de Dios, es una palabra compuesta  por el prefijo “misere” y “acordia” que significa ponerse de acuerdo con la miseria de alguien. Una persona miserable  es alguien que no tiene nada, que solo  depende de los recursos de otros. En este caso la mujer se puso a la disposición de los recursos de Cristo. Usa el término “mi hija” La expresión en griego denota una niña pequeña pero también implica hija única. ¿Quién no se compadece de una niña?. Es necesario ver que la mujer acude a la fuente correcta y persiste.

DIOS NO SE IMPRESIONA POR NUESTRA NECESIDAD (Mateo 15:22-23): Esta mujer pasó situaciones críticas hasta el punto de desesperarse y salir a buscar la solución. Y Jesús guarda silencio ¿Cómo puede un Dios que ama a todos, ignorar de esta manera?  ¿Cómo encajamos el carácter de Dios con su total frialdad?  Jesús quería activar su fe, su paciencia y su perseverancia. Nosotros vemos con ojos de sospecha este evento porque la mujer realmente está necesitada de ayuda. Y esperamos que Dios corra a ayudarnos en los momentos de necesidad. ¿Pero Dios corre en momentos de nuestra necesidad? No. Hay bastantes evidencias que Dios no lo hace. Este pasaje es uno de ellos. ¿Por qué no lo hace? Porque para El no existe el elemento de urgencia sino de prioridad. Es decir Dios no es reactivo, es proactivo. Él toma las riendas de la vida, tiene diseñado un plan y tiene su agenda. Esto tiene varias aplicaciones, Primero, muchas veces Cristo no nos responde inmediatamente. Segundo, aunque estemos desesperados muchas veces el Señor nos deja así para sacar algo de nosotros. Tercero, la desesperación humana no es algo que alarme a Dios, ni tampoco es un obstáculo. Cuarto, no pierda el ánimo ni la calma cuando Cristo no nos responde. Ese es el mejor momento para ser creativo y dinámico en nuestra confianza en El.

DIOS NO SE MUEVE POR LAS OPINIONES DE LA GENTE. (Mateo 15:23-24): Los discípulos vieron la actitud de Jesús y entonces asumieron que ya que no le está contestando, se le debe echar fuera de la presencia del Señor.

DIOS NO SE IMPRESIONA POR NUESTROS ACTOS EXTERNOS (Mateo 15:25): Notemos que la mujer hace varias cosas, como actos simbólicos para presionar a Jesús: Su postura de humillación, sus palabras de persuasión “socórreme”, Su insistencia desesperada en mostrarle su aflicción.

DIOS SE MUEVE POR NUESTRA FE (Mateo 15:27-28): La expresión más gloriosa de la fe de la mujer se encuentra en el v. 27. Primero veamos que es una fe humilde, ni siquiera se resintió por ser comparada con un perro casero en contraste con un hijo. La frase impactante es “Sí, Señor”. Esto es reconocer que lo que Dios dice ella es lo correcto. Ella acepta su posición de inferioridad. Segundo es una fe creativa, ella convierte la palabra de aparente reproche en una razón para estar optimista. Transforma la derrota inminente en una victoria jubilosa. Es como si estuviera diciendo: “¿Se me compara con un perro? Acepto lo que se implica en la comparación. Y no sólo lo acepto, me gozo en ello, porque ciertamente los amos buenos no permiten que sus perros mueran de hambre, les permiten comer las migas que caen de la mesa”. Tercero es una fe firme, a quien ella ha confesado como su Señor y Mesías. Cuarto es una fe perseverante, ella triunfó a pesar del silencio inicial de Jesús, de su aparente frialdad y sus palabras de reproche, y ante la indiferencia de los discípulos. Ahora, se trataba de una manifestación de decidida perseverancia frente a la oposición, tal como Jacob en Génesis. 32:28 “No te dejaré ir si no me bendices”.

 

Luego el texto añade: Entonces Jesús respondió y le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe! Que te sea hecho como tú deseas. Y fue sana su hija desde ese mismo momento. Que refrescante este pasaje, que interesante modelo y que tremendo reto tenemos. Lo que mueve a Dios es nuestra fe, la confianza que tengamos en El.

Conclusión: Probablemente éste sea el lugar adecuado para hacer frente a la pregunta: ¿Por qué tardó tanto Jesús en dar a esta mujer la ayuda que ella necesitaba tan desesperadamente? La primera vez que clamó, Jesús no respondió, la segunda vez le dijo que no, la tercera vez (a pesar de que ella se humilló más) su respuesta fue también negativa, a la cuarta vez obtuvo la respuesta más un reconocimiento especial de Jesús por su fe. Jesús estaba más que probando su fe, refinándola. Muchas veces la demora en la respuesta a nuestras peticiones es simplemente la prueba de nuestra fe, ¿seguiremos creyendo que Él puede resolver nuestro problema a pesar de que se demora en contestar? La mujer sirofenicia no dudó ni un instante, tampoco se dejó llevar por el orgullo, sino que mostró una humildad de carácter y una fe que impresionó a Jesús, ella sabía quién era Jesús, sabía que podía sanar a su hija, sabía que era MÁS que ella (cosa que nos cuesta reconocer muchas veces) y estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para conseguirlo, perseveró en su petición y consiguió la respuesta.

“Cuando Fe quiere algo siempre encuentra la manera y conseguirá lo que quiere aunque todas las cosas anuncien la derrota”  Charles Spurgeon

   ¡Dios te bendiga!                                                                                                                                             Ministerio de Doctrina Escuela Dominical

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