Iglesia El Tabernáculo de Dios
JESUS DA DE COMER A UNA MULTITUD
Referencia Bíblica: Mateo 15:32-38, Marcos 8: 1-10.
Mateo 15:32-38: “Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino. Entonces sus discípulos le dijeron: ¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande? Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. Y mandó a la multitud que se recostase en tierra. Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos a la multitud. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas. Y eran los que habían comido, cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.”
Introducción: A lo largo de nuestro recorrido por las parábolas y milagros de Jesús, podemos observar que sus demostraciones de poder acontecen en el marco de la vida cotidiana. Jesús dio lecciones de vida desde las cosas más simples y sencillas de nuestro día a día, hasta las escenas más desafiantes, como resucitar a un muerto.
Sabemos cómo es Dios, porque conocemos el carácter de Su Hijo Jesús. Las marcas de un verdadero cristiano, salen a la luz en medio de las situaciones más adversas, y en los momentos donde la salida no aparece por ninguna parte.
Desarrollo:
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“Siento compasión de esta gente, porque ya llevan tres días conmigo, y no tienen nada que comer”:
Jesús deja ver Su carácter paternal, no eludió sino que asumió la responsabilidad de alimentar esta gente que estuvo tres días con él, este acto respalda y confirma Su enseñanza, convirtiéndolo en un evento milagroso. Maestro por excelencia acompaño la teoría con la práctica. Aun después de 2000 años, Jesús se compadece de las multitudes y de nosotros, los niños no se preocupan, ni se afanan o preguntan cómo van a hacer papá y mamá para responder a sus necesidades, ellos simplemente, esperan y creen (Mateo 6:31-33). Para un adulto es difícil tener este tipo de fe, pero si estamos con Jesús, Él nos llama a creer, y a esperar de esta manera. Confiando que si hay algo que de nuestra parte debemos hacer Dios dará las directrices para ello.
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“Los discípulos objetaron: ¿Dónde se va a conseguir suficiente pan en este lugar despoblado, para darles de comer?”:
Jesús desafía nuestra fe en la cotidianidad de la vida, nos enseña a usar nuestros recursos de la manera correcta. Los discípulos habían pasado tiempo con Jesús y habían sido testigos de eventos en los que el Maestro intervino con poder y autoridad. Sin embargo, nuevamente dudaron.
A veces, la situación o el entorno pueden servirnos de excusa perfecta para no obedecer, es tan fácil ahogar la voz de Dios con nuestras preocupaciones, dudas e incertidumbres. La palabra de Dios deja de ser una “hipótesis” cuando la ponemos en práctica, solo así podremos estar seguros de lo que hemos creído. “Más el justo por la fe vivirá.” (Habacuc 2:4).
Esta declaración de fe es citada en el NT para enseñar que el ser humano para ser salvo, debe responder por fe a la gracia de Dios (Rom. 1:17; Gal. 3:11), y debe vivir por fe (Hebreos 10:38-39). Esta expresión se convirtió en el lema de la Reforma Protestante del siglo XVI; por eso la doctrina de la salvación por la sola fe (sola fide) se convierte en un pilar de la fe cristiana Protestante. El justo que vive por fe, por su confianza en Dios, será liberado (salvado) por Dios, tanto de una opresión política como de una esclavitud espiritual.
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“Él les pregunto: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos dijeron: Siete. “:
Es de hacer notar que Jesús no mando a buscar más panes, no objetó, ni dijo: no alcanza, no es suficiente, siendo Dios tuvo el poder para multiplicarlos, pero les dio una lección a los discípulos y al mundo: dio gracias por lo que había, solo 7 panes, y una multitud que alimentar. Dar gracias en estos tiempos y vivir agradecido se ha convertido en todo un desafío, pero el llamado de Jesús, es que empiece a mirar lo que SI tengo, sin andar quejándome por lo que NO tengo. Agradecer por lo que tengo en el momento, sin duda me permitirá ver la solución, la salida y por supuesto ver cómo de DIOS viene la ayuda. La actitud correcta: dar gracias ante Dios por lo Él ha provisto, Él sabe de Qué tenemos necesidad, pero nunca dirigirnos hacia El con un espíritu de ingratitud, hay cosas que por mucho que creamos que las necesitamos urgentemente, tal vez para Dios no son tan necesarias en nuestras vidas. Pidamos conforme a Su voluntad, Dios es remunerador de los que le buscan (Hebreos 11.6).Cuando ores, no limites a Dios con tu incredulidad, ni dándole a entender que sabes cuánto Él puede hacer. Espera cosas muy superiores a las que estas pidiendo. El Señor puede dar mucho más que eso.” (2 Crónicas 25:9; Juan 16:24).
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“Y comieron y se saciaron; y recogieron de los pedazos que habían sobrado… Eran los que comieron, como cuatro mil; y los despidió.”:
¿Qué somos nosotros para juzgar qué puede o no puede hacer Dios? ¡El hizo el mundo! ¡El hizo las leyes de la naturaleza! ¡ El gobierna todo lo creado según Su propia voluntad! Emerson escribió con mucho acierto: “Todo lo que he visto me enseña a confiar en el Creador por todo lo que aún no he visto.” Hay más de Jesús para nosotros cada día, no nos conformemos, dejemos ver sus milagros en nuestras vidas, e impactemos con esta fe el mundo que nos rodea.
Conclusión: Cristo está dispuesto a conocer las demandas más grandes que podamos hacerle, porque sus recursos son inagotables, y quiere todavía que le pidamos más para que nuestro gozo sea completo. Si nuestro corazón permanece lleno de su amor y buscamos la bendición de otros y la gloria de Dios, tenemos el privilegio de confiar de tal modo en Dios que experimentaremos continuas respuestas a nuestras oraciones. Las dificultades que enfrentamos no son para desalentarnos, sino para enseñarnos nuevas lecciones en la vida de la fe y para probarnos si dependemos de lo natural o si confiamos en El para realizar lo imposible.
¡Dios te bendiga! Ministerio de Doctrina Escuela Dominical
