Iglesia El Tabernáculo de Dios
REFERENCIA BIBLICA: ” …No temas, desde ahora serás pescador de hombres” (Lucas 5: 10)
INTRODUCCIÓN
El Señor Jesús dedicó toda su vida al ministerio entregado por el Padre, comenzó el mismo haciendo milagros, los cuales eran propicios a las necesidades de todos aquellos que en determinados momentos lo requerían, pues sus palabras siempre estuvieron acompañadas de obras poderosas.
DESARROLLO DE LOS ACONTECIMIENTOS (Lucas 5:1-11)
El Señor Jesús se encuentra en esta oportunidad junto al Lago de Genesareth, también conocido como el mar de Galilea o mar de Tiberia, allí gran multitud le seguía escuchando sus enseñanzas y viendo las cosas que hacía, como tenía autoridad para sanar y realizar diversos milagros, la multitud le seguía con gran expectativa. Desde allí Jesús observó dos barcas que estaban en la orilla del lago, y a unos pescadores estaban lavando sus redes. Subió a una de ellas y desde allí enseñaba la Palabra de Dios. Luego cuando termina de hablar a la multitud se dirige a los pescadores y les dice que navegue mar adentro. Los pescadores inmediatamente responden que es en vano, pues ellos habían pasado toda la noche con sus redes echadas en el mar y nada habían podido pescar, sin embargo, los pescadores habiéndoles escuchado, le dicen al Maestro que a pesar de que ya ellos lo habían intentado lo iban a volver hacer pero confiando en la palabra de Él.
Fueron obedientes y cuando lanzaron sus redes fue tan grande la cantidad de peces que la red se rompió. Tuvieron que pedir ayuda a la otra barca para recoger la pesca. Las dos barcas se estaban hundiendo de la gran pesca que habían realizado. Al ver esto Simón Pedro sintió gran temor cayendo de rodillas ante Jesús y le pide que se quite de delante de él porque es un hombre pecador, a lo cual Jesús responde: “ No temas, desde ahora serás pescador de hombres.”
JESÚS ATIENDE A NUESTRAS NECESIDADES
En este pasaje de la escritura, en Lucas 5:1-11, se relata como el Señor Jesús después de enseñar la Palabra de Dios, no limitándose solo a hablar sino que su palabra iba acompañada de obras que demostraban el poder de Dios en su vida, pudo ser de bendición. Cuando terminó de enseñar a la multitud que se reunía a escuchar su mensaje, decidió atender a la necesidad que los pescadores tenían en ese momento. Ellos habían pasado la noche tratando de pescar, pero no lograron conseguir nada, el Maestro percatándose de esto y conociendo la necesidad de estos hombres, les da una orden, “Boga mar adentro y echad vuestras redes para pescar”. Quizás los pescadores estaban ya agotados, pues esa labor requiere de una serie de procedimientos bastante laboriosos, tirar la red en el agua, indica una serie de pasos, extender la red la cual debe tener en toda la orilla en forma de campana un peso de plomo, al extenderse por completo este plomo hace que la red se hunda y los peces queden atrapados en la red, luego se recoge la red encerrándola con una cuerda que la va recogiendo haciendo una gran bolsa. Todo esto implica un gran trabajo y paciencia. Para que la red pueda ser efectiva debe estar en buen estado, por lo cual se debe limpiar constantemente y remendarse para que los peces no se salgan. Sin embargo, a pesar del cansancio los pescadores decidieron hacer lo que Jesús les indicaba pues ya Él les había dado muestra de que tenía poder en su palabra, por lo tanto, los pescadores se animan y le dicen “…más en tu palabra echaré la red”. Sabía decisión de creer que la palabra del Hijo de Dios tiene poder para hacer lo imposible. Nuestro trabajo es CREER y OBEDECER.
RESULTADOS DE CREER Y OBEDECER
Los pescadores obedeciendo la palabra de Jesús, fueron mar adentro y echaron sus redes, y la cantidad de peces fue tan grande que sus redes no podían contener tan gran cantidad de peces, llamaron la otra barca para que les ayudaran y las dos barcas se estaban hundiendo, ellos se sorprendieron que la pesca fuera tan grande. La impresión fue tal, que Simón Pedro cayó de rodillas antes Jesús y le dice: “Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador”. Jesús no sólo se limita a predicar las buenas nuevas de salvación sino que acompaña su mensaje de su misericordia y es amplio en bendecir a todos aquellos que creen en Él y le obedecen. No solo se ocupa de nuestro futuro eterno, sino que está pendiente de ayudarnos en nuestro diario vivir, cualquier necesidad puede ser atendida por Jesús. Mientras buscamos el reino de Dios y su Justicia, Dios se ocupa de añadir a nuestras vidas todo lo que es necesario (Mateo 6:33).
No lo que nosotros pensamos que necesitamos, sino lo que según su voluntad sabe que nos hace falta y que será de bendición para nuestras vidas. Simón al ver las maravillas de Jesús, su poder y autoridad se rindió delante de Él en señal de comprender la soberanía y señorío de Jesús en su vida, además de lograr reconocer su condición delante de Dios, inmediatamente Simón pudo ver que Jesús era un ser santo pues pudo darse cuenta de su vida pecaminosa y de la necesidad de tener una vida acorde a la voluntad de Dios para poder estar en su presencia. La obediencia trae bendición en la eternidad.
TRANSFORMADOS PARA EL MINISTERIO EN EL REINO
Los pescadores entre ellos Simón, Jacobo y Juan tuvieron gran temor al ver lo que Jesús había hecho solo con su palabra, y el Maestro al saber lo que había en el corazón de ellos, les responde con un llamamiento: “No temas, desde ahora serás pescador de hombres” (Lucas 5: 10). Los llama para que dejen su pasado y comiencen una nueva vida de la mano de Jesús, pero ahora para que a través del evangelio dediquen sus vidas a pescar almas para el reino de Cristo Jesús. Ellos lo habían visto sanar enfermo y hacer milagros, pero ver a Jesús ocupándose de las necesidades rutinarias de sus vidas, los impactó a tal punto que dice la escritura que desde ese día caminaron con Jesús, dejando todo y siguiendo al Maestro.
CONCLUSIÓN: Para seguir a Jesús es necesario tener presente dos actitudes que nos enseñaron los pescadores de la historia estudiada, primero reconocer nuestra pequeñez delante de Jesús y estar dispuesto a dejar todo para seguirle por medio de la fe.
¡Dios te bendiga! Ministerio de Doctrina Escuela Dominical