Iglesia El Tabernáculo de Dios
Referencia bíblica: Mateo 8:1-4, Marcos 1:40-45, Lucas 5:12-16
“Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.” Mateo 8:1-4 (RVR1960)
Introducción: En tiempo de Jesús la lepra era peor que una maldición. Los leprosos eran lo más despreciable de la sociedad, esta enfermedad para los judíos era señal de pecado, de desagrado para Dios. Los leprosos eran expulsados de sus hogares y pueblos, vivían una muerte lenta y sin esperanza, esta exclusión de la sociedad tenía una base legal y medica, la lepra en esos tiempo era contagiosa ya que no tenían como tratarla, esta transcurría por diferentes etapas en las que poco a poco la persona iba perdiendo su aspecto humano.
Los nervios eran afectados y perdían la sensibilidad, los músculos degeneraban, los tendones se contraían hasta el punto de dejar las manos como garras, se producían ulceraciones crónicas en los pies y en las manos seguidas de la progresiva pérdida de los dedos y finalmente de la mano o el pie. En pocas palabras la lepra mataba muy lentamente a sus víctimas quitándoles la sensación. Hoy sabemos que no es contagiosa cuando esta medicada y que tiene cura. Esta diagnostico sigue produciendo horror, incluso en nuestros días. En esta clase vamos a estudiar el episodio donde nuestro amado Señor Jesucristo sana a un leproso en la cita bíblica Mateo 8:1-4:
“Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. Y he aquí vino un leproso y se postró ante él,”:
Nuestro Señor Jesús ya había logrado la admiración de muchos por sus enseñanzas y sus milagros (Mateo 7:28-29), El Señor descendía del monte de las bienaventuranzas según capitulo 5 y 7 de Mateo por tal motivo, Jesús debía tener muchas personas a su alrededor cuando se aparece de sorpresa el leproso, la actitud del leproso primero fue valiente al presentarse ante las personas ya que estos enfermos lo tenían prohibido por la ley (De acuerdo con la ley judía y sus costumbres, uno debía estar 2 metros lejos de un leproso. Si el viento estaba soplando proveniente de donde estaba el leproso, debían estar a (45 metros) de distancia. La única cosa más contaminante que el contacto con un leproso era el contacto con un cadáver.) y segundo su reverencia ante nuestro amado Señor Jesús, el se presentó con toda humildad, colocándose de rodillas en señal de súplica y adoración a pesar de su gran necesidad ( y desesperación ese tipo de lepra podía durar de 20 a 30 años)
“…diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme”:
A pesar de la situación desesperante que vivía el leproso, tenía una visión maravillosa del poder del Señor. Tenía fe en EL (hebreos 11:1), el leproso estaba reconociendo que EL era el Dios todopoderoso, estaba reconociendo su soberanía y poder ante su condición.
(a pesar de todo el leproso vino a Jesús por sí mismo y a pesar de muchos desánimos.
Él sabía cuan terrible era su problema.
Él sabía que otra gente renunció a él por tener una condición sin esperanza.
Él no tenía a nadie que lo quisiera o pudiera llevarlo a Jesús.
Él no tenía un ejemplo previo de Jesús sanando a un leproso para darle esperanza.
Él no tenía la promesa de que Jesús lo sanaría.
Él no tenía invitación de Jesús o sus discípulos.
Él debió haberse sentido avergonzado y solo en la multitud.)
"… Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.":
Las personas no se atrevían a tocar a los leprosos por no quedar inmundos hasta la tarde según la ley (Levítico 13:46), por lo tanto, no les ayudaban más bien los maltrataban. Jesús no quedó inmundo porque en lugar de ser afectado por la lepra la limpió. Una palabra suya habría bastado para realizar el milagro, como en otros casos posteriores donde sano a 10 leprosos a distancia (Lucas 17:11-19), en este caso "extendió la mano y le tocó". Este hombre estaba arrodillado delante de Jesús, por lo tanto, cuando dice que extendió su mano, debemos suponer también que se inclinó hacia él. Aquí tenemos una gran diferencia entre Cristo y los religiosos de la época. Ellos, por lo general, trataban a los leprosos con desprecio, hasta tirándoles piedras para que se alejaran de ellos.
Pero nuestro amado Señor nunca lo rechazó, y con autoridad divina proclamo “Quiero; se limpio”, con amor y compasión, sanó y limpio al leproso.
“… Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos”:
Jesús insistía mucho a aquellos a los que sanaba para que no lo comentaran, ÉL quería evitar que sus obras de misericordia se convirtieran en un espectáculo. (Juan 6:26-27)
Jesús con esta orden dejo claro:
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Que El respetaba la Ley de Moisés, el Señor quería que la vida social y religiosa de aquel hombre en Israel fuera completamente restaurada, y los encargados de hacerlo eran los sacerdotes siguiendo las instrucciones que marcaba la ley. (Juan 1:17)
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El hecho de que el leproso sanado se presentará ante el sacerdote para ser examinado, serviría para verificar que la sanación o limpieza era verdadera (Levítico 13). Adicionalmente el Señor estaba enviando un mensaje claro a los sacerdotes acerca de quién era El. (Mateo 11:3-5)
Conclusión:
El leproso no se escondió, sino que se presentó ante Jesús porque necesitaba que le sanara, tenía fe en que Jesús podía curar cualquier enfermedad. Jesús vio el corazón de este hombre y la fe que le tenía y concedió su deseo, a pesar de nuestra situación debemos creer ciegamente en el Rey de Reyes y Señor de Señores, recuerda que tu vida está en las manos del Señor y Él siempre tendrá cuidado de ti y de tu familia, no desmayes, confía en Él, Él lo hará.
“Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, Qué no se mueve, sino que permanece para siempre.” Salmo 125:1
Dios te bendiga! Ministerio de Doctrina Escuela Dominical
